Engracia Robles: No, pues he hecho mucho camino. De Jalisco, me fui a Colima. En Colima viví muchos, varios años. Eh... Después fui..Estuve pues en Colima muchos años, primero más conventual, después yo me rebelé y me fui a trabajar en una colonia periférica. Yo ya no quería una vida así, media encerrada, media restringida, con muchas normas, y era el tiempo del Concilio en que pues la Iglesia estaba promoviendo que las comunidades religiosas, pues nos hiciéramos más cerca del pueblo, más abiertas, más eh... ¿Pues si un llamado general a la Iglesia a una apertura, eh? Yo la escuché y aunque toda mi congregación no estaba de acuerdo porque en ese momento teníamos colegio, yo, yo daba clases, pero yo me rebelé y con todo y la rebelión pedí permiso A regañadientes [Laughter] me dieron el permiso y me fui a una colonia periférica. Ahí estuve nueve años. Después, pues como que ahí me entregué así de todo corazón. Acabé muy cansada. Sentí que se había agotado lo que yo podía dar, que yo quería hacer un pueblo, que el pueblo se liberara y que se hiciera gente de su propia promoción pero vi que no lo logré. Entonces Pues había alguien que trabajaba ahí también conmigo, un pastor protestante, y me ofreció ir a un curso que fuera a Japón o a bueno, era unas así, era prometedor. No sé si él lo Chicago, pero yo no sabía inglés ni sé todavía. Algo he aprendido, pero no, no sé. Y dije No, yo mejor prefiero ir a Brasil. En Brasil ya sé que hay una teología, pues muy la latinoamericana. Yo ya he trabajado en América Latina, yo quiero estar ahí y fui a Brasil..
Estuve más de un año. Estudié Biblia y educación popular. Después regresé sabiendo, pensando que.. Pues que realmente.. Bueno, una cosa que descubrí porque hice un estudio, un análisis de mi trabajo [Coughs] y descubrí que pues la gente con la que trabajaba era gente ya dañada, como que ya... De tanto las periferias a veces se usan mucho, que cualquier práctica quieren ir a hacerla allá. Entonces la gente se acostumbra a recibir, recibir, recibir y ya se acostumbra así, de hecho fue lo que yo experimenté. Que la gente terminó en lugar de siendo agente de su propio desarrollo, terminó más bien exigiéndonos y querer más y más. Bueno, entonces pues allá estudié y después dije no, pues ahora voy a ver en Brasil la Biblia una forma de leer la Biblia muy liberadora, pues ha hecho lo que..Ha hecho que Brasil sea, pues, un país así como muy a la vanguardia en lo político y en lo religioso. Dije pues ahora con Biblia y vine estuve un tiempo dedicada a la Biblia y... Pero pues no, México tiene otra, otra idiosincrasia, otra manera de ser, otra característica. Mmm... Y finalmente...Luego mi mamá se se enfermó. Me fui cuatro años a pues a cuidarla propiamente como una enfermera. Y fui una buena enfermera con mi mamá. Y después de eso, eh... Bueno, después la congregación como que me atrapó otra vez [Laughter] hacia adentro, como que me jaló, me hice del gobierno general y..y yo otra vez decía, no, yo ya me quiero salir. Yo no me quiero ir. Sentía que era un remolino que me iba llevando al centro, al centro, al centro y que ahí me iba a dejar clavada. No, yo quiero...quiero hacia afuera y me vine aquí a Nogales. En ese momento también los jesuitas querían hacer algo, querían hacer un proyecto aquí y pues nos invitaron. Yo dije que me venía y que lo hicieran ellos o no lo hicieran, yo me.. Yo, yo quería trabajar acá con los migrantes. Mhm. Con ellos o sin ellos. Y en el 2007 me vine para acá y aquí he estado todo el tiempo.